
Viernes 12 agosto 2011. Artículo enviado mediante correo electrónico Por capitalclasta.
Grandes manifestaciones ocurridas durante este último tiempo en Santiago y muchas otras regiones de Chile por el derecho a la educación gratuita y de calidad para el pueblo. Vemos como se van agudizando las contradicciones sociales y cómo se van evidenciando las posiciones de clase. Estamos ente un escenario donde se puede precisar quién es quién.
Contrariamente a la opinión de los intelectuales de la gran burguesía y el imperialismo, para nosotros los marxistas este período no es algo anormal. No nos asombra, pues corroboramos que la lucha de clases está a la orden del día y que las contradicciones objetivas del sistema no pueden provocar más que descontento en las grandes masas populares. Tanta desigualdad, confiscación de derechos, explotación salarial, vejámenes represivos, etc. No puede traer más que protesta y protesta que rompe con la estrecha legalidad burguesa. La violencia y el desborde de la legalidad es una ley que se corrobora con hechos.
La máquina de opresión del viejo Estado muestra día a día su carácter de clase rechazando las demandas de los estudiantes o tratando de embaucarlos con migajas leguleyas y retoques que en nada cambian el carácter de la educación. La prepotencia del gerenciamiento Piñera-FMI, a través de ministros, alcaldes y (por supuesto) fuerzas represivas, simplifica a los ojos de todos los antagonismos existentes entre el viejo estado burgués-terrateniente y los intereses del pueblo, de eso no cabe duda alguna.
La táctica seguida por las clases opresoras es la misma a la utilizada en Inglaterra tal como se lee en la prensa democrática internacional ( http://dazibaorojo08.blogspot.com/) Se habla de lumpen ante cualquier hecho de violencia protagonizada por jóvenes que ya están hartos de la opresión.
Sin embargo no es eso. El Lumpen es el sector del proletariado que se alía a los capitalistas para oponerse a los intereses del proletariado, en este caso el lumpen es el paco infiltrado y no el joven que combate la represión del viejo Estado. La reacción sataniza todo acto de violencia, ya se trate de asalto a tiendas monopólicas o quema de autos particulares. Se trata de dividir al movimiento de masas para debilitarlo. ¿Acaso no es motivo de júbilo para la gran mayoría del pueblo la quema de La Polar, una empresa que estafó a medio mundo con sus repactaciones unilaterales? ¿Acaso las cacerolas en todos los puntos del país no suenan más fuerte cuando los jóvenes resisten en la calle con barricadas a la acción represiva?
El sector de la reacción que se encuentra en la oposición, se han lanzado en picada para sacar provecho del movimiento, pero éste más despierto que en otras ocasiones ha sabido rechazarlos y enrostrarles que ellos fueron quienes durante 20 años aplicaron al pie de la letra los planes imperialistas en educación y se colocaron de rodilla frente al imperialismo yanqui. Si no, pregúntenle al Señor Ricardo Lagos quien supo de la ira de los estudiantes este pasado 10 de agosto cuando salió abucheado desde Valparaíso y con un gesto casi esquizofrénico saludaba con aires de gran estadista presidencial cuando sus guardaespaldas lo empujaban hacia dentro del auto para que no lo escupieran. Si no, pregúntenle a Frei que andaba en Argentina con actitud histérica hablando que en Chile se vivía un clima de ingobernabilidad tratando de exculparse de lo que acá ocurría. De Bachelet poco se sabe: ¿Dónde estará escondida? se preguntaban los estudiantes mientras ocupaban dependencias de una institución santiaguina asociada a su persona ¡Que se pronuncie contra el lucro si quiere candidatearse para presidente nuevamente! Gritaba una de las manifestantes.
El Partido comunista (oportunista, revisionista) no lo ha hecho mejor. Porque si bien se ha mostrado a favor del movimiento (cosa que hoy en día no dice gran cosa), no se ha referido claramente al legítimo uso de la violencia. Sus voceros y dirigentes estudiantiles se han ido desprestigiando como ocurrió cuando se opusieron al ingreso de estudiantes mapuche a la CONFECH o cuando han sido sobrepasados por la violencia y la organización verdaderamente proletaria en las calles. No se ha escuchado tampoco ninguna denuncia anti-imperialista contra los planes del FMI en educación. Coherentemente con su política electorera, intentan sembrar la idea del plebiscito por la educación, así lo ha manifestado la presidente de la CONFECH Camila Vallejo. Vemos así que el revisionismo una vez más tenderá vender el movimiento estudiantil a cambio de un plato de lentejas de este viejo Estado.
Las organizaciones populares, los comités de estudio y Lucha, los estudiantes revolucionarios y populares, los apoderados comprometidos, los pobladores en cordones de lucha, los profesores democráticos y el pueblo en general desprecian en cada mitin y en cada barricada a la costra sindical, politiquera, parlamentaria y gremialista. Sus elementos más avanzados desbordan la legalidad, reniegan del pacifismo, panfletean y raya los muros exigiendo no sólo una nueva educación, sino una nueva democracia, un nuevo Estado que confisque las riquezas de la gran burguesía, terratenientes y las empresas imperialistas y ponga a las necesidades de las masas como primer punto de la agenda.
La historia nos enseña que son las masas las que hacen la historia y es con los elementos más avanzados del proletariado con quien se debe construir un partido de nuevo tipo, aliarse al campesinado pobre principalmente y cumplir las tareas para que el pueblo, con el proletariado la cabeza, conquiste el poder por medio de la Guerra Popular.
“Educación primero, al hijo del obrero
Educación después, al hijo del burgués…”
Canto popular entonado por los estudiantes en las manifestaciones.