Jueves 24 de noviembre de 2011. La protesta se ha convertido en una «disputa por el agua» entre la población de la zona y la firma Newmont, propietaria del proyecto de oro y cobre.
Cientos de pobladores de comunidades agrícolas-ganaderas protestan contra el millonario proyecto minero en Laguna Cortada, norte de Perú, en desafío a la posición del Gobierno que apoya su ejecución y obligando a la estadounidense Newmont a suspender labores en su campamento.

Minas Conga, un emprendimiento de 4.800 millones de dólares, es considerado clave en la industria minera peruana, uno de los principales motores de la economía local, que es blanco de una ola de protestas ambientalistas, sociales y laborales.

En la jornada, manifestantes marchaban por la ciudad de Cajamarca o se agrupaban en las instalaciones de Minas Conga, a 100 kilómetros de la ciudad y unos 4.200 metros sobre el nivel del mar, hasta donde llegaban incluso a caballo, con cientos de policías y agentes de seguridad privados cuidando los vehículos y maquinaria de la firma.

Los pobladores, que viven de la agricultura y la ganadería, reiniciaron así un paro indefinido en la rica región minera de Cajamarca exigiendo la cancelación del proyecto por temor a que la mina reduzca sus fuentes de agua.
Los comuneros bloquearon varios tramos de carretera en Cajamarca con piedras y troncos. La protesta paralizó el comercio, transporte y se suspendió las clases escolares en la zona.

El nuevo gerenciamiento pro-imperialista de Humala sostiene que el país requiere del proyecto para su desarrollo económico y social, pero con cambios en su ejecución que garanticen el respeto al medio ambiente y eviten conflictos sociales.
Minas Conga, en la que también participa la peruana Buenaventura, cuenta con un estudio de impacto ambiental aprobado por el Gobierno y según los planes de la compañía comenzaría a operar desde el 2014.

Según el proyecto, el mineral se encuentra debajo de cuatro lagunas y la compañía planea trasvasar sus aguas en tres reservorios. Los manifestantes temen que el plan afectará las fuentes y filtraciones naturales de agua en la zona.

El ministro del Interior dijo que podrían haber infiltrados en la protesta, con armas de fuego, robadas por desconocidos hace unos días de una patrulla policial en el norte del país.
Analistas temen que la protesta se torne violenta, como otros conflictos que acosan al país andino desde hace años.

Newmont y Buenaventura operan en Cajamarca la mina de oro Yanacocha, una de las mayores productoras de Latinoamérica. En el 2004, Yanacocha abandonó la exploración de su proyecto Cerro Quilish en Cajamarca, luego de protestas de las comunidades por temores sobre el abastecimiento de agua.

Un año antes, campesinos de la vecina región norteña de Piura atacaron a la canadiense Manhattan Minerals, que tuvo que abandonar su proyecto de cobre y oro, cuya inversión ascendía en ese entonces a 315 millones de dólares. Los manifestantes temían que la minera contaminase una zona agrícola.

Humala busca aplacar los conflictos sociales relacionados con unos 200 proyectos mineros y de petróleo en el país andino, donde un tercio de la población vive en la pobreza a pesar del auge económico de los últimos años.

Estas protestas en el norte se suman a las de
Andahuaylas y Chincheros en el sur, comunidades agrícolas ganaderas que también están resistiendo proyectos mineros.

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