En medio de la Segunda Guerra Mundial, la Alemania Nazi rompió el pacto de no agresión con la Unión Soviética en 1941. Junto a otras mujeres, Marina Raskova, militar del Ejército Rojo Soviético, inició una campaña para que las mujeres también pudieran luchar contra los alemanes en el aire, como pilotos de avión. Dando una fuerte lucha de líneas al interior del ejército, finalmente se conformó el 588° Regimiento de Bombardeo Nocturno de la Unión Soviética, compuesto exclusivamente por mujeres. “Las Brujas de la Noche” fue el nombre que los alemanes dieron a este regimiento de mujeres que hizo estremecer a los perros nazis, durante cada noche que pisaron suelo soviético.
El 588° Regimiento estaba compuesto por 400 mujeres, entre pilotos y personal de tierra, que tenían 22 años de edad promedio. Cuenta la historia que cuanto Marina Raskova se encontró con todas ellas, impresionada por la joven edad de las voluntarias les preguntó “¿No tenéis miedo de ir al frente? ¿No sabéis que los alemanes os pueden matar?” a lo que las combatientes contestaron “¡No si les disparamos primero, Mayor Raskova!”.
Los recursos eran escasos y los aviones disponibles, de antigua tecnología. Aviones de madera y lona, cuya función había sido la fumigación de plantaciones, se convirtieron en una poderosa arma en manos de estas valientes mujeres. Cada avión podía cargar solo dos bombas y éstas debían ser lanzadas a mano por su tripulante. Dos mujeres a bordo, una piloto y la copiloto, realizaban la maniobra.
La táctica era audaz: de noche, cuando los alemanes descansaban luego de un largo día de combate, las “Brujas de la Noche” sobrevolaban los campamentos alemanes. Por ser tan livianos, sus aviones les permitían volar a baja altura apagando los motores cuando se acercaban a su objetivo. Entonces, sin que pudieran ser detectadas, lanzaban las bombas en el campamento enemigo y emprendían el vuelo a recargar municiones, repitiendo esta acción hasta 18 veces en una noche.
“Nos era simplemente incomprensible que los pilotos soviéticos que nos daban tantos problemas eran, de hecho… mujeres. Estas mujeres no le temían a nada: venían noche tras noche, en sus destartalados aviones, impidiéndonos dormir”, relata Hauptmann Johannes Steinhoff, piloto de guerra nazi.
Polina Osipenko, Valentina Grizodúbovatres y Marina Raskova, combatientes del 588° Regimiento, recibieron la distinción de Heroínas de la Unión Soviética por varios récords en distancia de vuelo; eran las primeras mujeres en recibirla y las únicas antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial.