Vienres 17 febrero 2012. El 16 de enero cerca de 10 mil personas que viven hace 8 años en una zona de Sao josé dos Campos en Sao Paulo, Brasil, recibieron la notificación de un tribunal del viejo estado que les ordenaba abandonar sus viviendas. Varias imágenes pueden verse en Internet que muestran la resistencia de los pobladores: personas armadas con palos y escudos improvisados, levantando barricadas y banderas rojas que se diseminan por toda la favela. 
Las familias serían erradicadas debido al alto costo de los terrenos con los que grandes burgueses pretenden especular. 
A las 6 de la mañana del domingo 22 de enero, 220 vehículos de la policía, un carro blindado, dos helicópteros, 40 perros y 100 caballos invadieron la zona, aterrorizando a miles de trabajadores pobres que viven en el lugar. 
Durante el asedio, según informes de los residentes, la policía abrió fuego, lanzó bombas lacrimógenas y gas pimienta contra las familias que se resistían con palos, piedras y levantando barricadas para evitar la entrada de la policía y la Guardia Civil. 
En la tarde del día 22, después de más de 15 horas de rebelión, las fuerzas de represión habían controlado la zona. Los residentes desesperados buscaron refugio en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y el Centro Deportivo Multiuso ubicados a metros de Pinheirinho. Minutos más tarde, el primer ministro llegó a ambos lugares con gases lacrimógenos disparando balas de goma contra el refugio. el ayudante de albañil David Castor Washington Furtado, de 32 años, recibió un disparo en la espalda por un disparo de revólver calibre 38 disparada por un policía. El trabajador permanece hospitalizado en estado grave. 
En la mañana del día 23, hubo nuevos enfrentamientos. Algunas familias comenzaron a sacar sus pertenencias de sus casas, pero en la tarde del día 24, las casas comenzaron a ser demolidas con todo lo que había dentro. Los residentes dijeron que lo habían perdido todo, incluyendo ropa, muebles y documentos. Reportan además los pobladores el robo de sus pertenencias por parte de la Policía y la Guardia Civil. 
Pero este no es un hecho aislado. En Río de Janeiro, el secretario de vivienda de gestión de Cabral, Jorge Bittar (PT) sobre la base de la Copa del Mundo en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016, ha llevado una política de desalojos violentos en más de 40 favelas de interés en la especulación inmobiliaria en la ciudad.
Fuente: A Nova Democracía. Brasil.

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