Barrio Circo Matta: Revolución por el circo y los artistas callejeros
Por Camille Chartier
El Día Nacional del Circo, que ha existido durante varios años, se hizo oficial en julio de 2017, a través de la Ley N° 21.026, que «declara el primer sábado de septiembre de cada año como el Día Nacional del Circo» en Chile. Este sábado 1 de septiembre, en el Barrio Circo Matta, se dio la oportunidad para que los artistas circenses y de la calle exhibieran presentaciones abiertas y gratuitas al público, invitando a jóvenes y mayores a descubrir su mundo.
Trapecistas, contorsionistas, payasos y malabaristas mostraron su trabajo al público en los diferentes espacios culturales del barrio del circo: Espectáculo de payasos, valga la redundancia, en la Casa Payaso; antes, concursos de malabarismo en la Cabeza de Martillo, así como también se vendieron artículos y se ofrecieron talleres de circo en la Casa Bufo. El día nos dejó de excelente humor con este gran intercambio de artistas.

El Día del Circo en Barrio Matta concluyó con los bulliciosos ritmos de La Bandita Disparate Rock, que ofreció a la encantada audiencia un espectáculo que mezcla la música y arte circense con el lema «Revolución por el circo».

Porque este día también es una oportunidad para que los artistas hagan zumbar sus demandas. De hecho, no es fácil vivir del arte circense, lucha común que tienen los diferentes artistas del circo y la calle, quienes intentan hacerse escuchar en este tipo de eventos culturales.

En términos de remuneraciones, los FONDART (Fondo Nacional para el Desarrollo Cultural y las Artes), que financian proyectos dedicados a la promoción de las artes, la cultura y el patrimonio, ayudan mucho. Sin embargo, para solicitar y recibir asistencia financiera, los artistas explican que el proceso es largo y complicado. El artista debe convertirse prácticamente en gerente y luego presenta su proyecto artístico, que de acuerdo con las demandas de FONDART, debe ser fructífero para la comunidad y requiere tratar temas específicos de Chile, además de cumplir con los muchos requisitos del programa público chileno.

Todo este tiempo perdido en lo administrativo es lo que los artistas no dedican en la creación. Por lo demás, la inestabilidad financiera del trabajo obliga a buscar también otra labor para tener un ingreso más asegurado.
Los artistas callejeros también lamentan los intentos del gobierno para extinguir esta profesión, que no devuelve dinero al circuito económico chileno. No obstante, el mundo del entretenimiento está felizmente lleno de personas que trabajan con pasión, listas para compartir su trabajo constantemente y continuar la profesión.
Fotos de Camille Chartier
Foto de portada: Taller de malabares en la Cabeza de Martillo