Memoria de lucha: la Santa Olga se levanta
A recuperar el Memorial Víctor Jara
Arte y cultura, publicado en edición impresa n° 81 de Periódico El Pueblo.
Estamos en el Parque memorial Víctor Jara, ubicado en la población Santa Olga de Lo Espejo, a un costado del Cementerio Metropolitano. Aquí nos encontramos con un compañero comprometido con los espacios de la población, don Juan, ex presidente del Persa Santa Anita y actual cuidador del memorial Víctor Jara. Don Juan ha destinado más de 11 años de su vida a la recuperación de este hermoso memorial, olvidado por muchos.
Cuéntenos, ¿cuál es la historia de este memorial?
Este fue el lugar en donde vinieron a tirar a Víctor Jara, junto a dos personas más, una vez muerto. Hace unos 20-25 años, el dueño del cementerio Metropolitano ofreció este terreno en comodato por 40 años para que se hiciera un parque memorial de construcción ligera. En sus inicios, había un centro cultural y una organización que se hacía cargo, pero por distintos motivos, tanto políticos como económicos, esta orgánica se disolvió y el memorial quedó abandonado. Hace 11 años atrás me vine a vivir al frente del parque por temas familiares, es ahí cuando motivado por las ganas de recuperar los espacios de la población me propuse levantar el memorial, ya que este estaba convertido en un basural.

¿Qué es lo más difícil a la hora de cuidar el memorial?
Hoy en día me doy cuenta de que el restaurar el parque fue sólo el primer paso, lo que realmente necesita que se le invierta tiempo es a la mantención de éste. Actualmente, la parte del memorial que cuidamos cuenta con aproximadamente 120 árboles que se riegan diariamente y a esto se le destina 6 horas en específico. Además de esto, la limpieza del lugar es fundamental. En este sentido, con el pasar del tiempo los vecinos han logrado mantener el orden del lugar, dejando de botar basura al interior del memorial. Aun así, la basura se acumula igual, pero en menor cantidad que antes. Para solucionar el aseo del parque todos los lunes, miércoles y viernes aprovecho que pasan los camiones de basura y lleno unos barriles con toda la que está acumulada.
¿Cómo ve usted la situación actual del parque?
Para ser honesto, mucho mejor que antes, pero aun así se ve que necesita demasiado trabajo por delante y no tan sólo en un área. Por ejemplo, es necesario que la junta de vecinos se rearticule para recuperar los espacios propios de nuestra población. Lamentablemente, si el día de mañana yo no estoy, el memorial volvería a quedar tirado. También es necesario generar un compromiso hacia el parque, ya no sólo de la comunidad aledaña, sino que también, de los mismos colectivos y políticos que se vienen a llenar la boca de Víctor Jara y el memorial cada vez que se conmemora su muerte, pero el resto del año dejan tirado el espacio. Esto es el reflejo de su oportunismo y poco compromiso, ya que la tarea más difícil es mantener todo lo que tenemos acá, sin ningún tipo de ayuda municipal ni estatal.
¿Cuál es el problema más grande que ha abordado?
Contextualizando, el dueño original del Cementerio Metropolitano, quien ofreció el comodato, falleció hace algún tiempo, por lo que sus hijos heredaron la propiedad y administración del Cementerio. Desde este punto comenzaron los problemas, ya que dichos herederos quieren desconocer el comodato, que sigue vigente hasta el día de hoy y destruir el parque para seguir construyendo nichos. Por supuesto, esta situación no la podemos ni la vamos a permitir, pues si es necesario llegar a las ultimas instancias de lucha para que se respete la memoria de nuestro pueblo lo vamos a hacer, ya que esto no es una lucha que me ataña únicamente a mí, como el cuidador del parque, sino que pasa a llevar una cultura olvidada de nuestra población, pero que cada día recuperamos un poco más.
¿Cómo le gustaría que el parque se viera?
La idea siempre ha sido que esto cobre vida como un espacio de unión y esparcimiento de la población, pero que abarque todo y cada uno de los sentidos posibles. Por ejemplo, generar instancias de apoyo a vecinos que lo necesiten, ferias de las pulgas, conversatorios, huertos, espacios deportivos y culturales, en donde la gente vea una escapatoria a la drogadicción. La idea es que la gente pueda transformar su realidad y la del parque ocupando la ramada, la tierra, los muros y lo que estimen conveniente para lograrlo.

El reencuentro
Unas semanas después de la entrevista, volvemos a visitar el memorial, esta vez para celebrar los 51 años de la población Santa Olga, pero al llegar nos encontramos con que no es el mismo de hace un tiempo. Nos espera lleno de gente, con una feria de las pulgas, música en vivo, una olla común y un espíritu completamente distinto. Vemos cómo la gente comparte y se organiza, al punto de que llegan propuestas de traer a la feria de las pulgas “el buen vivir” al memorial, fusionándola con la que nació espontáneamente acá. Además de esto, vemos cómo la gente se comienza a organizar en torno a la vivienda, generando los primeros lazos para formar un comité de vivienda en la Santa Olga. Es así como la plaza Memorial Víctor Jara, al fin está encaminada a lo que siempre debió ser, un espacio de organización y lucha, en el cual se respete la historia combatiente intrínseca a su nombre.