¿Quiénes están detrás de la marcha antiinmigrantes?

El antifascismo y la revolución

Educación ideológica, Periódico El Pueblo n° 84 (septiembre, 2019).

Los anuncios de la organización “Aun tenemos patria”, claramente identificada como fascista, convocando a realizar una “Marcha por la Chilenidad” para el domingo 11 de agosto, encendieron el debate en torno a la presencia y vitalidad de este tipo de organizaciones en nuestro país.

La marcha anti inmigrantes contó con el apoyo de organizadores como “El Nacional Libertario” (Johannes Káiser quien sirve a la campaña presidencial de Kast), “Capitalismo revolucionario” (representado por Sebastián Izquierdo) y “Despierta Chile” (Hermogenes Pérez de Arce), quienes convocaron a movilizarse en ciudades como Arica, Antofagasta, Calama, Copiapó, La Serena, Rancagua, Concepción, Chillán, Talca, Los Ángeles, Temuco, Valdivia y Osorno.

Papel de los medios de comunicación y el viejo Estado

No es de extrañar que en los preparativos de dicha marcha, los medios de comunicación monopólicos y representativos de la gran burguesía hayan rendido tribuna a dichas organizaciones. De hecho, recibió amplia cobertura en la televisión abierta y en medios de impresos como La Tercera. Esto evidencia la posición y cercanía que tienen estos medios y como, por lo tanto, se prestan para dichos objetivos.

El viejo Estado también mostró su carácter, que en lugar de negar el permiso para la marcha por sus objetivos racistas, por ir contra los “derechos humanos” que tanto dicen defender o por el explícito llamado de sus convocantes a armarse para asistir a la marcha, lo hizo para proteger la integridad de los racistas ante la lucha de los grupos antifascistas.

Falso nacionalismo servil al imperialismo

Pese a que la marcha se desarrolló con una escasa convocatoria en Plaza Italia y Plaza de la Ciudadanía, sirvió, principalmente, para el objetivo principal de dichas organizaciones: la acumulación de fuerzas y la acción propagandística de un programa, que para nada defiende la nación como dicen hacerlo ni los intereses más sentidos del pueblo.

Bajo un falso discurso encendidamente nacionalista, esconden el más servil entreguismo a los intereses nefastos del imperialismo. Ellos representan las fuerzas más reaccionarias de la sociedad que buscan mantener el viejo y podrido orden con un mayor empleo de la fuerza: la ultraderecha chilena vinculada fuertemente a la Junta Militar Fascista y tiene como dirigentes a los más rancios lacayos de los magnates, tales como Sebastián Izquierdo, Esteban Montero y Hermógenes Pérez de Arce.

La posición de clase de estos organismos y su punto de vista busca allanar el camino para una salida reaccionaria frente a la inminente crisis política, económica y social en nuestro país. Debemos recordar que históricamente el fascismo surgió para defender los intereses de la gran burguesía, del latifundio y del capital financiero ante la amenaza de revolución socialista, en tiempos en que por primera vez en el mundo, el pueblo logró tomar el poder y formar la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Es por ello que durante esta marcha, su acción también se dirigió para combatir contra comunistas y anarquistas, sus más acérrimos enemigos.

Por ello, ayer y hoy, la lucha contra el fascismo se encuentra íntimamente ligada a la lucha contra el imperialismo que busca detener la rueda de la historia. Estos fascistas son los dispuestos a formas organizaciones paramilitares, tales como el “Comando Trizano” en la Araucanía y perseguir a las comunidades mapuche que se levantan contra el despojo, el latifundio y las forestales.

Vieja táctica: masas contra masas

Por otro lado, el sentido de dirigirse en contra de los inmigrantes no es más que oponer masas contra masas, pues la reacción siempre busca la división del pueblo para poder gobernar. Es importante comprender que la llegada de oleadas de inmigrantes de diversas zonas de América Latina es también parte de la crisis del imperialismo. Los pueblos de nuestro continente son arrojados a la pobreza y miseria de los descalabros de su crisis. Sufrimos a costa del enriquecimiento y saqueo de los grandes monopolios extranjeros, los gobiernos lacayos entregan el país a cambio de un beneficio egoísta para las clases que administran el viejo Estado. Entonces, pretenden purgar esta situación culpando nuevamente a los pobres del mundo, quienes sólo son víctimas de las condiciones impuestas por ellos.

Sin embargo, a la vez temen, pues saben que donde opresión hay rebelión. El escenario mundial da cuenta de la radicalidad de las protestas iniciadas por el proletariado y pobres migrantes en el mismo territorio de las potencias imperialistas y lugares de refugiados.

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