El pasado 30 de marzo, Suridentidad producciones liberó en la cuarentena el documental “Relatos a Contraluz, Fotografía y Memoria, Cautín 1967-1973”, el que “pretende descifrar la huella de la imagen de las fotografías de Armindo Cardoso, Raimond Depardon, Norman Gall, entre otros, quienes se internaron en los campos del Wallmapu para graficar el proceso de lucha y resistencia mapuche campesina, en el marco de la Reforma Agraria». Dicho período, que se desarrolla desde mediados de los años 60’s e inicios de los 70’s, fue el más álgido en términos de la lucha por la tierra a lo largo de Chile y en el Wallmapu durante el siglo XX.
Este gran trabajo tiene el mérito de reflejar en sus imágenes y testimonios tres cuestiones fundamentales para la lucha del presente: la primera es que el mapuche y campesino ya sintió un poco de la miel en la boca, repercutiendo hasta nuestros días con fuerza sus testimonios de lucha por el sagrado derecho a la tierra para quien en ella vive y trabaja. En segundo lugar, la urgente necesidad de desarrollar la unidad entre pueblos sin olvidar la lucha de clases y, finalmente, que el Estado burocrático y latifundista está al servicio de grandes terratenientes y otras clases monopólicas, por lo que confiar una vez más en que la respuesta del Estado será una diferente al intento de aplastar al movimiento popular es pisotear la memoria de quienes derramaron su sangre para allanarnos el camino de conquistar una nueva vida, una nueva economía, una nueva política y una nueva cultura.

Sus realizadores son Claudia Monasterio y el fotógrafo Sebastián Meza , quienes a partir de una investigación doctoral estrenaron el documental en enero pasado y declararon en la Universidad de La Frontera que «esta es una historia cruel, la del mapuche, la del campesino pobre, pero también estamos presentes frente a pequeños momentos de dignidad y esperanza, que es lo que pretende retratar el documental, para aportar así a la reconstrucción de la memoria histórica de los pueblos”.